La evaluación psicomotora es un examen en profundidad, que permite al psicomotricista conocer el conjunto de las competencias sensoriomotoras del individuo.
Se desarrolla en una o varias sesiones.
Durante la evaluación, utilizamos varias pruebas normalizadas cuyos resultados se analizan a continuación analizado, sino también nuestra observación para identificar los puntos fuertes y débiles en el desarrollo de la persona.
La evaluación nos permitirá identificar el objetivo de nuestro seguimiento y los medios que se utilizarán para alcanzarlo en forma de ejes de trabajo en un marco terapéutico.
Los padres acuden a una sesión para presentar un informe oral de la evaluación. En ese momento, se le entrega personalmente un informe escrito.

La evaluación permite valorar :
- los potenciales sensoriales,
- la regulación tónico-emocional,
- el esquema corporal,
- el equilibrio,
- las habilidades de motricidad gruesa,
- las disociaciones,
- la coordinación mano-ojo,
- la motricidad fina digital y facial,
- las praxis,
- la organización espacio-temporal,
- la visuoconstrucción,
- el gráfismo y la redacción,
- la memoria,
- el comportamiento en el que incluimos atención, precipitación e impulsividad.
La evaluación psicomotora es una herramienta que, en última instancia, le permite entender mejor el funcionamiento de su hijo, sus puntos fuertes y sus puntos débiles que deben reforzarse.
